lunes, 3 de septiembre de 2012

VIAJE A LETONIA: PARQUE NATURAL DE DE GAUJA

http://youtu.be/04-jkg-ql2E

Dejamos Riga camino del Parque Nacional de Gauja, a unos 50 km. de la capital. Como en el trayecto desde el aeropuerto, vuelven a aparecer esos barrios de uniformes bloques soviéticos y tras ellos, nos incorporamos a uno de los escasos tramos de autovía en este país.

Valle del río Gauja
Dejar la ciudad, que tras pasadas las fiestas ha recuperado su denso tráfico, para ir hacia la Naturaleza, no es un tránsito difícil para nosotros, que desde el medio rural en el que vivimos, la estamos disfrutando habitualmente..

Vamos hacia este Parque publicitado como la Suiza Letona, con las espectativas de encontrar un medio natural diferente, cargado de historia al mismo tiempo. Barones germanos y aristócratas rusos lo eligieron como sede para sus mansiones. Ofrece en sí suficientes atractivos para convertirse en destino de unas vacaciones. Nosotros pasaremos aquí dos activos días.

Inscripciones en Gutmanis
Este valle, excabado por el agua glacial, está recorrido por el río Gauja y sus afluentes en un lento transcurrir, en la mayor parte de su curso, que dibuja amplios meandros y en el que la mejor forma de disfrutarlo es recorrerlo en canoa. Pero también acercándonos a sus orillas, después de atravesar tramos de espeso bosque mixto, podemos disfrutar de los afloramientos de arenisca que forman acantilados rojizos espectáculares, si no por su altura - estamos en un país llano, a veces por debajo del nivel del mar - sí por su color y el contraste con la masa verde de los árboles que lo inunda todo. Hemos visitado Ergu Klintis, Zvartes Klintis, Kuku Klintis y la cueva de Gütmanis, cueva llena de historias y leyendas, como tantos de estos parajes, y completamente grabada con inscripciones que se remontan al s.XVII cuando los nobles encargaban a artesanos la labor que hoy harían nuestros grafiteros.

Zvartes Klintis
En invierno el valle ofrece la posibilidad de practicar el esquí. En este momento, se puede pescar, remar o caminar por los numerosos senderos, de distinta longitud, que se pueden recorrer fundamentalmente en torno a Sigulda, Ligatne o Cesis, siempre entre bosques y junto al río.

Kuku Klintis
El centro principal de visitantes se halla en Sigulda, pero también encontramos centros de información en las localidades de Ligatne, Cesis, Valmiera...y en hitos naturales tan destacados como Zvartes Klintis o La cueva de Gütmanis. El mapa turístico de esta zona nos ofrece todas las posibilidades de acercarnos a sus monumentos históricos o naturales, facilitándonos, para todo lugar allí reseñado, sus coordenadas geográficas, con lo que llevando un GPS se accede a cualquier sitio sin dificultad. También la web oficial de turismo ofrece las coordenadas de todos los lugares que allí aparecen: monumentos, espacios naturales, hoteles...

Fortaleza de Araisi

El PN de Gauja, habitado desde el 2000 A.C.  reúne gran cantidad de restos históricos que nos acercan al complejo pasado de Letonia. En Araisi encontramos la reconstrucción de un poblado del s.IX fortificado en madera y construído sobre una pequeña isla.

El castillo de Turaida, construído en 1214, es el más significativo y nos informa de la historia del estado Livonio entre 1319 y 1561. Junto con los antiguos castillos de Krimulda, Sigulda y Cesis, tiene su origen  en fortificaciones de madera autóctonas sobre las que se erigen los primeros castillos de piedra con la llegada de los cruzados germanos, convirtiéndose en sede de los caballeros Livonios. Posteriormente serían testigo de la azarosa historia por la que estos territorios serían disputados por polacos, suecos, alemanes, rusos..., pasando de mano en mano tras sucesivas guerras.

Antiguo castillo de Cesis
El castillo de Cesis, pequeña ciudad en la que nos alojamos dos noches, es un escenario romántico en el que junto a las ruinas del castillo medieval, encontramos un bellísimo parque público de 1812. Hemos elegido esta ciudad por haber leído acerca de su encanto. Cesis es un núcleo de población construído en torno a su castillo y su iglesia que conserva su trazado medieval junto con edificios del s.XVIII y XIX. Hoy día es centro turístico y ciudad balneario. Observo en esta ciudad, como en la igualmente valorada Kúldiga, situada en el cento de la península de Curlandia y que visitamos en la etapa final de nuestro viaje, la belleza de la decadencia, los tremendos contrastes de castillos y parques maravillosos junto a casas vacías y desconchadas, calles sin pavimentar..., fruto de una progresiva despoblación rural. Estamos visitando lo que todavía pervive, antes de que la economía supranacional uniformice todos nuestros paisajes europeos. Esta visión de turista romántica chocará con la de quienes han emigrado de Letonia a lo largo de diferentes épocas y más recientemente a raiz de las profundas crisis económicas de 2008 y 2009. Letonia ha sufrido grandes pérdidas de población, purgas, deportaciones,ciudadanos huídos durante la 2ª GM y recientemente, la emigración.

Una calle en Sigulda

Aparte de este núcleo, la población en esta zona es sumamente dispersa. Latgale y, sobre todo Sigulda, no son ciudades con parque, sino  ciudades en un parque. Ya en el s.XIX se produjo un gran éxodo rural cuando los campesinos consiguieron emanciparse de su condición de siervos. Posteriormente, tras la destrucción de la 2ª GM, apenas hubo reconstrucción.


Straupe

Forma parte de la relajación de las vacaciones el dejarse llevar por mi compañero y conductor y admirar continuamente esos verdes, esa luz, esas granjas..., esa calidad de vida que permite a los padres circular tranquilamente en bicicleta con sus hijos por inmensos parques, aunque a la calzada contigua no le haya llegado todavía el momento de su reparación. Siempre, el olor a madera y hierba recien segada.

Cesis

Y llega el momento de despedirnos de nuestro hijo. Vamos a Valmiera donde tiene parada el autobús que hace la línea Riga - Tartu (en Estonia). Hemos localizado su parada en esta ciudad. En la calle Karla Baumana hay una marquesina donde hará su parada. No esperamos encontrar allí a nadie que a las nueve de la noche vaya a continuar esa ruta. Pero arrebujada contra su mochila, encontramos a una joven estadounidense que inició su viaje en Pekin, cruzó Asia y Rusia  con el Transiberiano y ahora recorre los Países Bálticos.

Ha refrescado tanto que esperamos dentro del coche al autobús que llega con media hora de retraso. En frente, bloques de la época de Kruschev y en la emisora de radio clásica que llevamos sintonizada todo el viaje, suena el Adagietto de la 5ª Sinfonía de Mahler.




 Espacios naturales de interés en torno a Cesis:


No hay comentarios:

Publicar un comentario