martes, 17 de octubre de 2023

BERGAMO

CITTÀ ALTA: https://www.youtube.com/watch?v=xI_tj2Pgptg

CITTÀ BASSA: https://www.youtube.com/watch?v=begXHjC-xgs 

 

Divisé Bergamo, por primera vez, a lo lejos, desde el aeropuerto de Orio al Serio, hace siete años, cuando tomábamos el vuelo para regresar a España después de visitar Milan, el destino de aquel viaje. Elevada sobre una colina, reflejando la luz del sol desde sus murallas, reclamaba la atención del viajero que la había ignorado, atraído  por destinos más en boga. Posteriormente viajeros cercanos a mí la  visitaron y me confirmaron que esa imagen que yo recordaba respondía a una ciudad que merecía la pena conocer.

La Città Alta desde Via Borgo Canale
 

Decidimos por fin viajar a Bergamo y permanecer allí dos días y medio. Tal vez dedicar uno de los días para visitar la cercana Brescia con la que este año comparte la capitalidad de la Cultura Europea. Mientras preparo el viaje Bergamo me va seduciendo día a día. Además de su historia y su arte descubro una ciudad que imagino paseando con distintos objetivos, todos ellos sugestivos. Empiezo a asumir que disfrutarémos de esos días en Bergamo y que tendremos que volver en otro momento para conocer  Brescia, cuando todavía sea, o no, Capital de la Cultura.

Llegamos a Bergamo un domingo tras haber disfrutado de los paisajes relajantes del Lago de Garda y de la tranquilidad renacentista de Mantua, una joya que, al no tener el reclamo turístico de otros destinos en Italia, nos ha aportado su belleza y sosiego.

Nos dirigimos a la Piazza Vecchia, en La Città Alta. Las estrechas calles y plazuelas están atestadas de gente: colas delante de las trattorias, colas delante de las piadinerias, colas delante de las estaciones del funicular, de las gelaterias, pasticcerias, pizzerias... Turistas como nosotros. Algunos viajando en grupo tras quien les conduce portando un banderín que impida su pérdida, otros que permanecerán pocas horas escapados del aeropuerto entre las horas de escala entre un vuelo y otro... Otros se quedarán una noche y pagarán la tasa municipal; otros pagarán por más noches y descubrirán, que de no alojarse en un hotel, algo cada día más prohibitivo, su habitación no la limpia nadie. Y no es que hayan contratado una habitación en Airbnb, sino que lo han hecho a través de una afamada agencia en la que las críticas de los viajeros satisfechos por lo que consumen, confunden la realidad. No queremos ver la degradación de un servicio al que accedemos por códigos secretos, falto de contacto personal, con horarios de check in más retrasados mientras los empresarios del sector tratan de recuperar lo perdido en una pandemia en la que todos perdimos.

Stazione del Funicolare. Piazza Mercato delle Scarpe

Ventanales Liberty en la Stazione del Funicolare 

 

¿Y la Piazza Vecchia a la que nos dirigíamos? La Piazza tan armoniosa de la que Le Corbusier dijo que "no se puede mover ni una piedra, sería un delito", ha quedado transformada en un escenario multiusos, con estandartes y carpas, su fuente central sepultada bajo una pirámide vegetal de cuyas caras una será la grada para el público que acuda a los eventos culturales.

Palazzo della Raggione en Piazza Vecchia

 

En la contigua Piazza del Duomo se celebra un matrimonio y un bautismo. Un grupo de zìngaros toca atronadoramente. Todo es fiesta. Todo es cultura.

Huimos de la algarabía y paseamos con el sol por las murallas venecianas, Patrimonio de la Humanidad. Empezamos a recuperar la calma renacentista y a convencernos de que este destino merecía la pena.

Porta San Giacomo

Mura veneziane

Por la noche se impone acudir al concierto previsto en Piazza Vecchia. Así descubro a Roberto Vecchione que no conocía y que he incorporado a mi lista de italianos en Spotify, aunque no lo disfruto en mi sillón como lo hice en directo en Bergamo: un hombre menudo, enjuto y cercano, con el desgarro en la voz de un hombre con ochenta años cumplidos.

Nos prometen que toda esa estructura se desmontará y que el lunes se recuperará la Piazza Vecchia. No es así. Dejaremos Bergamo pasados dos días sin haber visto la Piazza Libre de tubos, ensamblajes, barandillas, camiones de carga... No puedo presentar una sola foto de la plaza en su conjunto: un gran angular, un barrido que abarque tanta monumentalidad, su bellísima conexión con la Piazza del Duomo a través de los arcos bajo el Palazzo Vecchio. Tan solo pedacitos. La web de turismo de Bergamo tiene espléndidas fotos.

Palazzo Nuovo: Biblioteca Angelo Mai
Torre Civica
Cappella Colleoni y Battistero desde los pórticos
Pórticos del P. Vecchio desde Piazza del Duomo


A pesar de todo ello mis expectativas de paseos por Bergamo se ven satisfechas. Pasado el domingo la Città Alta se relaja. Disfrutamos sus iglesias y palacios, museos y rincones que conservan el encanto de los pequeños pueblos que no han perdido su identidad. Sobre todo, disfrutamos de la luz límpida que, tras días de lluvia previos a nuestra llegada, nos ha permitido maravillarnos ante el paisaje que la rodea: los Prealpes próximos, el anillo verde de huertos y jardines que circunda la Città Alta, le scalette e salite, escaleras y cuestas empedradas y amuralladas por las que los campesinos se movían para alcanzar un barrio u otro, cuando a los pies de la ciudad se extendían los borgos que hoy constituyen la Città Bassa y no existían ni el funicular ni los vehículos que hoy alivian estos desplazamientos.

Los Prealpes desde el Parco del Castello di S. Vigilio
Scaletta dello Scorlazzone

Borgo Palazzo

 

Nosotros, como entonces, recorremos estos caminos y nos acercamos a la Città Bassa. Sin detenernos en los escaparates de moda, buscamos a Lorenzo Lotto en las Iglesias, con prisas por llegar a la Accademia Carrara, antes de su cierre, viajando en el tiempo dentro del Monastero di San Benedetto, donde sus monjas nos invitan a visitar su iglesia, que orgullosamente definen como una joya, mientras asistimos a vísperas cantadas, regresando a otra realidad cuando salimos y caminamos por calles en las que las bolsas de basura permanecen en las aceras esperando a ser recogidas. Porque esto es Italia.

Pala de altar. Lorenzo Lotto. Chiesa di Santo Spirito

Pila bautismal. Monastero di San Benedetto

MÁS INFORMACIÓN:

https://www.visitbergamo.net/es/